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MONIKA-EN-FILIPINAS
Filipinas un paraíso desconocido II
Travelling With Monika
febrero 02, 2020

Filipinas un paraíso desconocido II

Escribo un segundo post de Filipinas porque son tantas las cosas que hay que decir de este maravilloso país, que un solo texto no ha sido suficiente.

Tengo tantas ganas de volver allí, que mientras escribo estas líneas recuerdo los buenos momentos que pasé en estas islas y estoy a punto de cambiar el destino de mi próximo viaje y volver a este paraíso asiático.

Voy a contaros el itinerario de lo que fue mi viaje, que aunque no es el más común, a nosotros nos encantó y lo recomendamos.

Manila

Es la capital de Filipinas y es allí dónde podemos conocer el pasado del país, las raíces coloniales que tiene, la influencia de la religión católica y es donde podemos encontrar la mayor concentración de lugares históricos que nos permitirán entender lo que la ciudad es hoy en día.

Tiene fama de ciudad peligrosa, pero tal como conté en mi anterior post, en mi experiencia es una ciudad como otras grandes ciudades, aunque la sensación de seguridad que he sentido en otros lugares de Asia aquí no la sentí y eso me hacía ir con mucha más precaución.

La zona de Intramuros para mí es de lo más bonito para visitar, hay que perderse por sus calles y terminar esta visita en el Parque de Rizal, que está muy bien y en el que podemos conocer un poco más como es la vida local si vamos en fin de semana.

El Fuerte de Santiago y la Catedral de Manila también son dos lugares que debemos visitar, al igual que la zona de Makati, el centro financiero en el que encontraremos la parte más moderna de la ciudad y podremos visitar grandes y modernos centros comerciales en los que podemos ir de compras, eso sí, a precios mayores que los de los mercados callejeros o centros comerciales ubicados en otras ciudades de Asia.

Dos días son suficientes para visitar Manila, es mejor que inviertas el resto del tiempo visitando las islas paradisíacas en las que disfrutarás de las mejores playas que he visto en mi vida.

Siargao

Es una isla para jóvenes y surfistas y la verdad es que no es lo que me esperaba, aunque por supuesto me gustó, quizá no repetiría esta visita porque nosotros buscábamos playas y las playas de esta isla no son las mejores.

Durante el día la marea está muy baja y la playa desaparece, por lo que para poder disfrutar del mar hay que contratar un Island Hopping e irse a pequeñas islas de los alrededores. Por supuesto esta actividad es 100% recomendable y si vuestro presupuesto lo permite, contratad una barca privada que os llevará a diversas islas, podréis pasar el tiempo que queráis en cada una de ellas y el servicio incluye la comida y las bebidas, la verdad que merece mucho la pena.

También hay la opción de hacer el Island Hopping en grupo, es mucho más económico pero debéis seguir un itinerario marcado y si hay alguna isla que os guste más, sólo os podéis quedar el tiempo que ya esté estipulado desde el principio.

No os podéis perder la visita a Sugba Lagoon, es un sitio precioso en el que podéis hacer snorkel, paddle surf, daros un baño muy agradable en sus aguas cristalinas, pero ojo con las medusas porque te pueden hacer pasar un mal rato.

En Siargao está la famosa Cloud 9, una playa de las más deseadas para los surfistas y en la que el ambiente parece de película, eso sí, no es una playa muy adecuada para el baño y cuando se celebran los campeonatos de surf en los que hay jóvenes del mundo entero, hacen que la isla sea una fiesta constante.

La mejor manera de conocer la isla es alquilar una moto y recorrerla por tu cuenta. Os recomiendo visitar el mercado local, porque la verdad es que tiene un encanto especial y podréis ver cómo es la vida de los nativos de la isla.

Malapascua

Para mi Malapascua es la joya de la corona, volvería allí una y mil veces y la recomiendo 100%.

Llegar hasta allí no es fácil, pero el largo camino merece mucho la pena. Para llegar a Malapascua desde Siargao cogimos un avión hasta Cebú y allí nos estaba esperando una furgoneta con chófer privado, que ya habíamos reservado con antelación, viajamos aproximadamente unas tres horas por carreteras locales, que en algunos momentos daban un poco de miedo. Llegamos a un pequeño puerto en el que cogimos una barca privada que habíamos reservado al hotel al que íbamos a llegar y navegamos cerca de una hora hasta llegar a nuestro destino.

A partir de ese momento todo fue un sueño, en Malapascua no hay carreteras, no hay coches, todo se hace andando y la verdad es que la sensación de relax es absoluta, es como si desconectaras del mundo por completo y es un lugar perfecto para descansar y recargarte de energías.

Malapascua es una isla famosa para hacer submarinismo y eso nos daba un poco de miedo, porque nosotros no lo practicamos y creíamos que nos íbamos a aburrir, pero nada más lejos de la realidad, a pesar de que hay un gran ambiente de submarinistas de todo el mundo, también es agradable para pasear, ver atardeceres increíbles y hacer Island Hopping, que es una de las actividades más típicas en las islas de Filipinas.

Quiero hacer mención especial a la isla de Kalanggaman, uno de los lugares más bonitos en los que he estado en mi vida, para llegar allí contratamos una excursión en la orilla de la playa de Malapascua, salimos muy temprano por la mañana y la excursión incluye la comida en el barco. Sus aguas cristalinas, el azul turquesa del mar, la lengua de arena por la que puedes caminar y hacer fotos maravillosas, son parte de su encanto y por supuesto hacer snorkel y pasear por todo su territorio. Esta para mí fue la mejor excursión que hicimos en Filipinas y sin duda es algo que debéis hacer si visitáis esta zona del país.

Definitivamente hay que ir a Filipinas y hay que hacerlo rápido, antes de que se masifique y pierda ese encanto que hoy tiene. Me faltan más de 7000 de sus islas por conocer pero seguro que pronto hago que ese número disminuya y por supuesto que lo compartiré con todos vosotros.